Watson (1997) determinó que algunos de los efectos directos del cambio climático hacia la agricultura son derivados principalmente de las variaciones dadas por la precipitación haciendo énfasis no solo en déficit hídrico (sequía), como suelen relacionarse a los cambios dados por el cambio climático, si no dando un enfoque al exceso del recurso hídrico en el suelo (anegación). El objetivo de esta investigación fue detectar cambios a nivel morfológico y anatómico en diez distintas variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L.) que fueron sometidas a estrés por inundación midiendo variables de longitud de planta, desarrollo de trifolios, producción de biomasa, desarrollo de raíces adventicias y absorción de nutrientes con la finalidad de obtener un índice de tolerancia a inundación que permitiera identificar variedades con posible tolerancia a este estrés considerándolas como genotipos con alto potencial de adaptación al cambio climático. Las variedades Brunca, Mantequilla y Zenith lograron ubicarse como posibles variedades tolerantes por encima del resto mostrando valores en sus índices de tolerancia de -0.13, -0.13 y -0.03 respectivamente, muy cercano en su índice estuvieron las variedades de Cabecar, Generalito, Monterrey y Sinaloa las cuales presentaron valores de -0.22, -0.18, -0.15 y -0.22 ubicándose como variedades con cierto grado de tolerancia. Por el contrario, las variedades g19833, La Paz y Sequoia fueron catalogadas como variedades susceptibles a estrés por anegación al tener valores muy negativos de -0.29, -0.25 y -0.32 respectivamente. Por otra parte, el nitrógeno y el calcio fueron elementos deficientes cuando la disponibilidad de oxígeno y la fertilidad son bajos en los suelos por encontrarse saturados de agua volviéndose nutrientes que deben ser compensados una vez haya pasado el estrés. Caso contrario sucede con el hierro y el fósforo los cuales incrementan su disponibilidad al verse sometidos a inundación. El hierro llega a convertirse un elemento problemático al concentrarse de 3 a 25 veces más en tejido foliar cuando sufre una etapa de estrés. El fósforo también incrementa su concentración en tejido foliar pero, al contrario del hierro, este se ve favorable teniendo una concentración óptima en tejido foliar volviéndose un factor favorable de la inundación.