En la pequeña comunidad costera de Nosara (Guanacaste, Costa Rica), cuya economía depende del turismo, se realizó un diagnóstico del manejo de los desechos sólidos, que incluyó un análisis de la composición de los mismos para determinar su potencial. Se encontró que casi un 35 % tiene posibilidad de reciclaje y un 52 % más son desechos orgánicos. El principal problema encontrado en Nosara es un botadero a cielo abierto y la falta de un manejo integrado de desechos que promueva la reducción y el reciclaje, así como problemas administrativos de la empresa encargada de recolectar los desechos y problemas de comunicación entre los diferentes sectores de la comunidad. Como resultado de la investigación se presenta un Plan Sectorial de Manejo Integrado de Desechos para Nosara, enmarcado dentro de la Ley para el Manejo Integrado de Residuos de Costa Rica, que promueve ante todo la educación, la reducción, la valorización y correcta disposición de los desechos sólidos.